Como ya sabes, el enriquecimiento ambiental es la modificación del entorno para alcanzar un mayor bienestar animal. Así como permitir al animal desarrollar conductas propias de su especie.
Además, es una gran manera de estimular mentalmente a tu perro cuando tienes menos tiempo para pasear o el día no acompaña.
En los paseos se puede hacer mucho más que caminar y/o ir a jugar con los compis perrunos. Es una salida fuera del entorno doméstico, por lo que la estimulación aumenta considerablemente. Es ideal si sabemos aprovecharlos para enriquecer al máximo los paseos.
Por qué hacer enriquecimiento en la calle

Hay muchos perros que no acaban de disfrutar del paseo. Existen multitud de motivos, pero los más comunes suelen ser:
- Problemas de miedo, ansiedad o fobias. Aquellos perros que perciben el entorno como algo peligroso y necesitan estar constantemente en alerta o preparados para «defenderse» o «huir».
- Exceso de actividad, frustración, energía. Estos perros suelen ponerse tan contentos de salir que son incapaces de centrarse en una cosa. A veces el entorno les sobre pasa, y ese estado emocional tan alto les puede acabar provocando problemas de conducta a corto-medio plazo.
- Conductas agresivas o reactivas. Cuando tú como persona tienes que ir en constante alerta todo el paseo sobre qué es lo que va a venir y cómo vas a frenar a tu perro, es normal que acabes poniéndote tensa y que no disfrutéis de los paseos.
Me centraré en estos 3 puntos para explicarte cómo el enriquecimiento te puede ayudar en esos casos.
Miedo, ansiedad o fobias
Estos perros suelen necesitar ganar confianza, tanto en sí mismos como en el entorno. Así como ver que la persona con la que van es su base segura y que pedirle ayuda tiene buenos resultados.
En casos muy extremos o ante cualquier duda, es importante que contactéis con un profesional que os pueda guiar y pautar ejercicios adecuados al 100% a vuestro caso.
Utilizar el mismo entorno de la ciudad para que vayan ganando confianza es crucial. El hecho de pisar distintas superfícies, pasar cerca de mobiliario urbano o observar todo lo que implica la ciudad es un gran ejercicio de estimulación mental. Más aún si el perro no se siente cómodo, ya que tendrá que gestionar su inseguridad con los inputs nuevos.
Es por eso, que hay que ser progresivo, no excederse en estimulación ni forzar. Si no, podría conseguirse lo contrario: que el entorno lo perciba como algo mucho peor de lo que ya era.
Hacer propiocepción con los elementos de la ciudad es algo que puede ayudar mucho a que el perro gane consciencia sobre su cuerpo en relación al entrono. Además son ejercicios que pueden ayudar a la condición física y socialización.
Hacerles ver que ese objeto grande no es algo que haya que temer le hará ir más seguro en el entorno. Es importante que el perro sea consciente de lo que está pisando y que lo haga por iniciativa propia. Le puedes invitar a hacerlo, hacerlo con él y felicitarle mucho una vez lo haya logrado. Y después si le gusta, darle un premio para seguir motivándole a hacerlo.
Es muy importante que antes de hacer cualquier ejercicio físico te asegures de que no le va a perjudicar. En caso de duda, consulta con tu veterinario de confianza.
Te dejo aquí abajo un vídeo práctico de este mismo ejercicio que te explico:
Exceso de actividad, frustración, energía…
Para este tipo de perros, es muy beneficioso utilizar el enriquecimiento para ayudarles a que sean capaces de concentrarse en una sola actividad y así poder bajar las revoluciones a las que van.
Es importante buscar actividades que induzcan a la calma y que sean estáticas o requieran un buen grado de concentración. Si no, podrían distraerse y seguir con el mismo nivel de actividad que al iniciarlo.
- Un ejercicio muy sencillo es el de hacer olfateos. Echar premios al suelo y que el perro los tenga que encontrar con el olfato y no con la vista. Por eso es bueno, hacerlo en lugares como césped alto, arena… Al principio puede costar que el perro busque concentrado. Se trata de empezar poniéndoselo en lugares más fáciles y poco a poco ir aumentando dificultad.
- Ejercicios que requieran lamer una zona concreta. Para utilizar el entorno urbano, podemos usar los mismos árboles. Aprovechar las ranuras de los troncos y poner comida húmeda para que tenga que entretenerse y concentrarse en conseguir la comida. Que el perro sea consciente de donde poner las patas y dónde apoyarse para mantener el equilibrio. Te dejo aquí un vídeo donde te lo muestro:
Con este tipo de perros es importante que marquemos muy bien el inicio y el final de los ejercicios para que realmente aprendan a desconectar y conectar con la actividad.
Los ejercicios se pueden hacer en momentos estratégicos del paseo. Por ejemplo, al inicio del paseo, durante el paseo o antes de subir a casa. Lo que sea más adecuado para cada caso. El momento en el que haya más actividad podremos intentar bajarla con un ejercicio similar a los mencionados.
Conductas agresivas o reactivas
Los perros con más dificultades para relacionarse, gestionar sus emociones, tendientes a la impulsividad, etc. necesitan aprender a hacer conductas alternativas a reaccionar. De hecho, la creación de estas conductas siempre forma parte de la terapia de modificación de conducta.
Muchas veces cuando un perro tiene una conducta agresiva o reactiva es porque ha aprendido que eso es lo único que le funciona para conseguir su objetivo (alejarse o acercarse a X estímulo). De ahí la importancia de la creación de las conductas alternativas o incompatibles.
Utilizar ejercicios de enriquecimiento ambiental puede servir para hacer nuevas asociaciones o para evitar reacciones que en ese momento ni el perro ni la persona son capaces de gestionar adecuadamente.
- Una vez más echamos mano de los olfateos. Si el perro tiene una buena motivación por la comida y ya ha aprendido la mecánica de los olfateos será un gran aliado para cambiar el foco de atención del perro.
- El hecho de pedirle al perro que haga habilidades que ya sabe hacer también ayudará a que en presencia de ese estímulo tenga que dejar de reaccionar para hacer lo que le pidas.
- Descubrir zonas nuevas con tu perro puede parecer que no tiene relación con este tema, pero realmente sí. Suele pasar que el perro reacciona mucho más en las zonas cercanas a la vivienda. Por eso salir de ese barrio y descubrir nuevos lugares puede ayudar para que el perro vea que no hay que ir siempre igual de tenso. Además, el hecho de recoger información totalmente nueva le estimulará muchísimo más de lo que crees. Te dejo aquí abajo un vídeo donde te lo explico mejor:
En resumen,
Cuando plantees un ejercicio de enriquecimiento ambiental, piensa en el objetivo que quieres conseguir en tu perro (más atención, más calma, diversión…). Así te será más fácil planificarlo y ver si te está siendo útil o no.
¿Qué enriquecimiento haces con tu perro en los paseos? ¡Seguro que mucho más de lo que crees!
¡Hasta la semana que viene!
¡Te dejo aquí abajo el enlace a un post de hace unos meses en el que aparecen algunas de las ideas que te he mencionado mucho más al detalle! Pincha aquí