Bases teóricas
Esta semana empezamos con el que fue el bloque de EA en protectoras o refugios. Si trabajas, haces voluntariados o colaboras con alguna de ellas sería súper interesante dedicar un ratito al día a hacer alguna de estas actividades con los perros de allí.
Antes de hacer cualquier actividad con ellos, debemos saber que son perros que viven una situación totalmente distinta a la de casa:
- En el momento que son abandonados, se rompen todos los vínculos que tenían (entorno, animales, personas, rutinas…). → sensación de desamparo. Por ello, los niveles de estrés están tan altos, sobre todo los primeros meses en el refugio.
- Viven en un entorno muy poco estimulado (paseos escasos o nulos, parcelas vacías o pequeñas…) → sus necesidades no están cubiertas en gran medida.
- La socialización y la relación con perros/personas es muy limitada. Solo se relacionan con los trabajadores y voluntarios y con los perros de su misma parcela (si es que hay).
La falta de estimulación que acabamos de explicar, puede conllevar problemas a largo plazo:
- Conductas compulsivas derivadas de conductas de desplazamiento, aburrimiento o dolor físico.
- También se pueden agravar problemas conductuales ya existentes como miedos, agresividades, falta de socialización, etc. Esto es debido a que los pocos estímulos que tienen cogen una importancia mucho mayor.
- Y la misma situación con problemas de salud (displasias, fracturas, síndromes de disfunción cognitiva, cegueras…), por mucho que se intente tratar el problema, en un refugio nunca acabarán de estar cómodos y seguros. Por lo que hay muchas probabilidades de que el problema empeore y se desarrollen problemas de conducta, ya que no se encuentran bien y están mucho más a la defensiva.
- No aprenden a gestionar situaciones cotidianas, ya que no se las encuentran en el refugio. Por ello luego hay que hacer siempre una adaptación/seguimiento en el momento en el que llegan a casa del adoptante.
- Cuanto más tiempo pasen en la protectora, es posible que adquieran más hábitos que luego habrá que cambiar (hábitos higiénicos, habituación a la correa, a las manipulaciones, etc.).
Todos estos problemas, hacen que la adoptabilidad de ese perro disminuya ya que se imagina ese mismo perro en su casa.
Y el EA, ¿Cómo les ayuda?
Hay muchísimos beneficios:
- Primero, pasarán un buen rato y diferente a su día a día. El tiempo que tengan que pasar en la protectora, lo intentaremos enriquecer lo máximo posible.
- Les dejaremos que expresen conductas naturales de la especie de una manera sana, controlada y beneficiosa.
- Las relaciones entre perro-perro y perro-persona serán mucho más valiosas y de calidad. El contacto social será mucho más beneficioso ya que se empezará a crear vínculo entre ellos/nosotros.
- Les ofreceremos retos que superarán con éxito, lo que les hará ser perros más seguros y más resolutivos. Potenciando así la parte cognitiva y gestionando mejor la parte emocional.
- Les ayudaremos a estar más relajados, ya que lo que más van a trabajar, sobre todo, es el olfato.
Todo esto, hará que su adoptabilidad aumente y por tanto haya más posibilidades de salir del refugio.
Estas han sido las bases teóricas sobre lo que hay que saber de los perros de refugio para hacer enriquecimiento ambiental. Ahora vamos con 3 ideas súper simples y fáciles que podemos empezar haciendo.
Ejercicios de EA para hacer en refugios
Antes de nada, tendremos que asegurarnos que no hay problemas de protección de recursos entre perros o personas. Evitar conflictos es primordial.
Espaciar mucho los recursos para evitar demasiado contacto y poner correas si es necesario.
1. Aprovechar objetos reciclados: botellas, rollos de papel, vasos de yogur, vasos de plástico, etc.
El objetivo es dejar que exploren para que vayan socializando con este tipo de objetos y vean que aunque hagan ruidos no va a pasar nada, al contrario, conseguirán comida.
Es ideal para perros miedosos.
2. En el segundo reto les colocamos, en la pared y las rejas, unas láminas untadas de paté o comida untable.
Lo pusimos en alturas distintas para potenciar el olfato y una vez más, los colocamos distanciados unos de otros para evitar conflictos.
Les podemos indicar si se quedan bloqueados, pero lo ideal es que exploren por su cuenta y los busquen ellos mismos.
3. Y ya por último, cogimos cajas, diarios, y papeles viejos para crear “kongs” caseros.
El procedimiento es bien sencillo, arrugar y esconder premios y dejárselo para que tengan que descubrir la manera de llegar a los premios.
Veréis que cada perro tiene su ritmo y su manera de conseguirlo. Unos destrozaran a lo bestia, otros sacarán cada pieza poco a poco, otros lo sacudirán hasta que caiga todo, etc. Todo es válido.
Y hasta aquí por hoy. Hoy ha sido cañero cañero! ¿Qué os parece? ¿Hacéis enriquecimiento en protectoras?
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