perros-calma-grupo-olfato

La importancia de la comunicación perruna

Los perros se comunican entre ellos constantemente. Son sutiles e instantáneos. Es importantísimo que dejes que tu perro se comunique como tal. No lo riñas ni omitas sus señales, son clave para el bienestar de todo el mundo.

Debes aprender a leer su lenguaje para poder anticiparte en las situaciones y detectar cuándo tu perro no está cómodo y ayudarle.

Los conflictos

Los perros no se pelean tan fácilmente como se cree. Hacerlo, tiene un coste emocional alto, además de los riesgos que eso conlleva. Buscan la manera de negociar y hacerse entender con el otro perro/persona.

Por supuesto cada perro y cada situación es un mundo, pero es difícil que sin previo aviso y de repente, dos perros se peleen.

Seguro que has visto, el típico perro que gruñe a otros perros porque les tiene miedo y el guía riñe a su perro por ello.

Ese gruñido es la manera de hacerle saber al otro perro que necesita más espacio o que no quiere interacción. Y no hay que cortar esa señal, sino ese perro que tiene miedo no sabrá cómo salir de esa situación y tendrá que recurrir a otras alternativas.

Hay que ir a la raíz del problema, en este caso miedo a perros, y empezar a tratar desde ahí. Una vez ese miedo disminuya o se elimine, seguramente los gruñidos también desaparezcan.

Hacerlo al revés, sería como empezar a construir la casa por el tejado.

Las 3 F

Cuando un perro se siente amenazado tiene 3 opciones:

  • Huir (fly): evitar, alejarse, distanciarse… de aquello que le da miedo.
  • Paralizarse (freeze): quedarse totalmente inmóvil esperando que aquello que le da miedo desaparezca o pase de largo. Tiene un gran coste emocional y en la vida salvaje podría ir en contra de la supervivencia.
  • Luchar (fight): abalanzarse, ladrar, marcar, morder, atacar… cuando el perro siente que debe defenderse. También tiene un coste emocional alto.

Las dos últimas F se darán sobre todo en los casos en los que el perro ha probado de huir y no ha podido, ya bien porque está atado, en un lugar cerrado o ha aprendido a omitir las señales previas.

Si el perro está haciéndole saber al otro, que no quiere que se acerque más gruñendole y se castiga esa conducta, lo que puede pasar es que las próximas veces el perro decida omitir esa señal y pasar a la siguiente (ladrar, marcar, pinzar…), en vista de que no le funciona su opción.

Esto acabaría en un perro muy impredecible y difícil de manejar en determinadas situaciones.

Si ves que tu perro no está cómodo, distanciate y no le fuerces. Trabaja duro sus miedos, respeta y haz que respeten su espacio para que no tenga necesidad de escalar en las señales ni defenderse.

En resumen,

No te centres solo en esa conducta que no te gusta o te incomoda. Busca el porqué de ella y trabaja desde esa base.

No se trata de que dejes a tu perro totalmente a sus anchas, a veces sí hay que intervenir, por supuesto. Pero antes de hacerlo intenta saber muy bien los motivos de la reacción de tu perro y en qué es lo que vas a hacer actuando.

Para ello: ¡lenguaje canino y conocimiento de tu perro a saco!

Espero que este post te haya ayudado y haya resuelto dudas.

¡Nos vemos muy prontito! 💕

COMPARTE :

Twitter
Telegram
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

10 Claves para vivir mejor con tu perro, conectando hasta la esencia

Las 10 Claves para vivir con tu perro conectando hasta la Esencia, teniendo la vida que realmente queréis.

Te puede interesar

Cómo te puedo ayudar